La prueba de líquidos penetrantes se define como un ensayo no destructivo que ayuda a determinar daños superficiales en las piezas de inspección. Los materiales que se someten a la inspección por líquidos penetrantes son en su gran mayoría: metales, pero también pueden inspeccionarse algunos cerámicos y plásticos.
Este ensayo no destructivo se utiliza para detectar discontinuidades, defectos, o anomalías expuestas a la superficie en materiales metálicos y no metálicos. La detección de estos problemas es importante porque así se pueden evitar fallas futuras. Mismas que equivaldrían a problemas cuya solución se tornaría mucho más compleja, o a daños irreversibles.
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